Una noche de luna llena
la muerte encontró mi vereda
y caminando y caminando
mi casa fue buscando
Cuando en mi puerta apareció
al instante ella me vio
y se acercó a mi lado
dispuesta a beber mi alma a tragos
Cual fue su sorpresa
al ver que yo su presa
el alma tenía robada
y mi cuerpo no valía para nada
Su cara macraba me miraba
y con tal furia preguntaba
¿Qué hiciste joven mortal
para librarte de mi mal?
Yo no contesté al instante
y sonreí desafiante
me miré al espejo
y en él no halle mi reflejo
Comprendí que estaba muerto
pero todavía no por dentro
me dolía que me hubiera dejado
llevándose mi alma a su lado
Entonces comprendió la muerte
que mi cuerpo era inerte
y que una bella doncella
mi alma se llevo con ella
La muerte se compadeció de mi,
es peor lo que te pasa que morir
y me dijo en un frió helado
que ya no viviría más veranos.
Anotaciones relacionadas:
Me encantó el poema, sinceramente… El tema de la muerte me apasiona, aunque suene raro…en estos momentos y hace tiempo escribo una novela que la tiene casi como protagonista y realmente es atrapante cuanto se puede «imaginar» sobre ella…
saludos y felicitaciones por el blog!!