Sentí tu etéreo fuego en el rojo de tus labios
Desobedecí la castidad que devotan viejos sabios
Salí al alba para contemplar contigo amaneceres
Y como el sol, solo perecí hasta ver lo que ya eres.Eres una bella mariposa que atrás dejo su crisálida.
Impulsada por un céfiro desasosegado de alma pálida
El más dulce bocado de la divina e inmortal ambrosía
La inspiración no casual de esta inusual melodía.