Anocheció. Y contemplo el rostro que le devolvía el espejo. Era muy, pero que muy melancólico. El viejo lobo solitario que se creyó triunfador en la primavera de sus años, ahora se hallaba destrozado por una imagen caótica. Te destrozo el corazón, ¡maldito idiota! Ya. Pero seguía queriéndola. La habitación estaba inmersa en una nube de humo. Todo rodeado de colillas que se consumían igual de rápido que sus sueños. El whiskey se estaba acabando y con él todas las ilusiones de casarse, tener cachorros y vivir plácidamente el final de sus días. La barba de tres días acentuaba sus rasgos. Siempre había tiempos mejores, nunca aprendió a vivirlos bien.
-¡Cago en la puta…!- dijo desalentado
No hay opción para el que se le da mal vivir la vida. Había cometido, muchos errores. Muchos. Nunca se había desanimado. Como en los sistemas informáticos siempre quiso tener un pequeño botoncito que rezara reset. Para cuando la cagara poder partir de un punto de restauración. Era una forma útil de viajar en el tiempo. Ya daba igual…
Lo que más le dolía era ella, ¡joder! Otra vez pensando en su hada. No aguantaba más. Se dirigió por el pasillo hacía su mesilla donde guardaba un arma. Se preguntó si tendría cojones a apretar el gatillo que le liberara.
Muy bueno el texto tio, a mi me ha encantao por lo menos, sigue escribiendo que vales hermano 🙂
Corto, conciso, una pizca de amargura y un poco de rabia.
A eso llamo yo escribir.
Muchas gracias a los dos.
Un Saludo
Me ha gustado mucho el trocito de historia…
¿La vas a seguir? Porque… me he quedado con la intriga 😛
Sigue así. Un saludo.
Hola Morganchin, me alegro de que haya gustado. No sé si la seguiré, era solo un ejercicio de estilo. De todas maneras en la categoría de Artículos hay varios en esta tónica.
Un Saludo
eso lo has escrito tú? Pues me ha encantado!
Espero que sigas con esa historia o con otras muchas similares.
un saludo!
Lobo II « Rincón de un escritor