Pero hay otra razón más rigorosa y delicada para separar amor y deseo. Desear algo es, en definitiva, tendencia a la posesión de ese algo; donde posesión significa, de una u otra manera, que el objeto entre en nuestra órbita y venga como a formar parte de nosotros. Por esta razón, el deseo muere automáticamente cuando se logra; fenece al satisfacerse. El amor, en cambio, es un eterno insatisfecho.
Qué boniiito. Muy cierto. Tengo ganas de leer algo de Ortega y Gasset. 🙂 ¿Alguna recomendación?
Por cierto, ¿qué edad tienes? (Si no te molesta contestar…).
Ortega y Gasset tiene razón a medias. Yo el deseo sesuarrrll o como dirían los puristas «carnal», cuando lo consigo satisfacer, no se me quitan las ganas…
¿Es esto grave doctor? xDDDD.
Un saludo campeón.
María te recomiendo leer estos tres:
La españa invertebrada
La Rebelión de las masas
Ensayo sobre el amor (de donde he sacado el texto)
Los libros son cortos pero ambiciosos, pueden resultar espesos pero a mi me encantan.
Morgan, en tu caso esta claro que en ti predomina el amor frente a el deseo. POR ESO TIENES TANTAS GANAS, y a lo mejor porque comes muchos quesitos, jaja, eso ya te lo dejo a ti.
Un Saludete a los dos…. 🙂