Desde que era pequeña todo se había reducido a una cuestión de faldas. No importaba nada más que el aspecto físico. Ella lo veía de la mano de su padre. Cuando este se daba la vuelta para mirar a la rubia que hacía temblar el suelo.
Palahniuk dice que la belleza al igual que el dinero y la droga, son poder. Y nuestra pequeña Barbie tuvo esa certeza a los cinco años, cuando ya jugaba a ponerse tacones y pintarse los labios.
Darte cuenta a esa edad de cuál es tu lugar en el mundo no tiene precio. Vas a tener futuro el resto de tu vida, o al menos eso crees. Igual que crees que va a ser joven toda tu vida. Igual que crees que lo de morirse es cosa de los demás.
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